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Archives septiembre 2013

Vuelta al Manojal

Vuelta al Manojal

Distancia: 15,22 Km \\\ Ascenso acumulado: 534 m \\\ Descenso acumulado: 534 m \\\ Cota mínima/máxima: 1286 / 1523

Para poder ver el mapa en relieve, tienes que tener en tu equipo el Google Earth. Para descargártelo pincha aquí. 

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Descripción del recorrido

            Esta vuelta, de inicio y llegada al “empalme” –a cinco kilómetros de Paterna del Madera-, va a recorrer parte de tres senderos de los de la Red de Senderos Verdenace: el PR AB-24 “Paterna del Madera a la Cañada del Provencio”, el PR AB-35 “Crucetillas al Encebrico” y el PR AB-23 “Paterna del Madera a Riópar”. Se inicia el camino en dirección sur para cruzar el río de Las Hoyas, en unos 300 metros. Giramos a la izquierda y en unos 250 metros nos hallamos al pié de la Cuesta de la Cebera. Se trata de salvar unos 180 metros de desnivel, en algo menos de un kilómetro.

            Es algo de esfuerzo, pero compensa lo frondoso de la misma, el atractivo camino que asciende zigzagueando y las espléndidas vistas del Masegosillo, cruce de caminos en un paraje de indudable atractivo. Hemos llegado al collado situado en los Altos del Encebrico y descendemos. En unos cuatrocientos metros cruzamos una pista forestal. En algo más de trescientos metros llegamos a otra pista forestal, que seguimos hacia la izquierda para llegar a la aldea abandonada del Encebrico, en unos doscientos metros. Antes, pasaremos por una fuente donde refrescarnos. Llevamos recorridos unos 2.250 metros.

            Desde el Encebrico seguimos en dirección sur, para descender a la carretera provincial AB-415, que seguiremos a mano derecha unos 200 metros, para abandonarla por la izquierda y cruzar el río Endrinales. Estamos en el paraje conocido como El Toril. Las altas paredes propician un paso estrecho; junto a ellas, los restos de un aprisco.

            Iniciamos ahora un suave ascenso de un kilómetro, hasta llegar a La Peguera. Por la izquierda seguiríamos hasta el Pino Gordo del Toril y Cañada del Provencio. Seguimos a la derecha por los prados del Manojal. En 1.300 metros llegamos al Refugio del Manojal (uno de los seis construidos por la Asociación de Amigos de Paterna en la Red de Senderos Verdenace).  En otros 1.200 metros llegamos al Cortijo del Manojal, situado en una agradable explanada a los pies de los Gallineros.

            Si siguiéramos de frente al cruzar el cortijo del Manojal, llegaríamos al barranco del Gollizo, por el que sigue el camino hacia Riópar. Seguimos la pista forestal en dirección noroeste durante unos 800 metros, en que la abandonamos por la derecha, por la senda que desciende a la carretera AB-415, la cruzamos, seguimos descendiendo y llegamos de nuevo a la carretera. La seguimos hacia la derecha durante unos doscientos cincuenta metros, en que la abandonamos por una pista forestal que surge a la izquierda.

            En unos 50 metros, en una bifurcación, seguimos por la derecha para llegar en medio kilómetro a las Espineras del León. Desde allí, iniciamos el ascenso por una agradable senda, que nos va a llevar, después de kilómetro y medio, hasta la Lagunilla. Allí se sitúa otro de los refugios de la red de senderos. Encontramos una pista forestal que seguiremos hacia la derecha. En 1.800 metros pasamos por la Fuente de la Juanfría. Bifurcación de sendas, seguimos hacia la izquierda. En unos trescientos metros, podemos bajar al Chorraero, un atractivo salto de agua. En poco más de kilómetro y medio llegamos al punto de salida; antes, a la izquierda, la aldea del Masegosillo.

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Vuelta al Manojal

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Alto de Peralta

Alto de Peralta

Distancia: 16,27 Km \\\ Ascenso acumulado: 765 m \\\ Descenso acumulado: 765 m \\\ Cota mínima/máxima: 1082 / 1604

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Descripción del recorrido

Se inicia la vuelta de la ruta montañera de subida al Alto de Peralta en el Batán del Puerto. Como todas las vueltas que proponemos utilizan parte de varios senderos de los de la Red de Senderos Verdenace. Ésta, en concreto, recorre los 4.250 primeros metros, siguiendo el trazado del PR AB-29 “Juanfría a Río Madera”. Dejamos el Batán del Puerto a nuestra derecha, comenzamos subiendo en dirección oeste. Poco antes del medio kilómetro llegamos a la carretera provincial AB-415, que seguimos hacia la izquierda durante menos de cien metros, cuando la abandonamos por una senda que asciende por la derecha.

Dejando a la izquierda el Morro de Olivas, de difícil acceso, nos adentramos en el barranco del arroyo de la Peñuela. Arroyo que cruzaremos en un kilómetro, dejándolo a nuestra izquierda. La senda no puede ser más atractiva, poblada de arbustos, helechos y abundantes pinos. Está perfectamente señalizada. En poco más de un kilómetro, habremos llegado a una explanada bajo el Cortijo de Perines. No es mala idea subir a visitarlo. En 350 metros llegamos a una pista forestal que seguimos hacia la izquierda (hacia la derecha los llevaría a Perines).

En unos 1.300 metros abandonamos por la izquierda la pista forestal y el sendero PR AB-29. Si continuáramos por él, llegaríamos al Encebrico en poco más de un kilómetro. Giramos, pues, a la izquierda monte a través, para encontrar –en unos 350 metros-, en el collado, el trazado del PR AB-35 “Crucetillas a Encebrico”, y descendemos por él. En cuatrocientos metros llegamos frente a la Tubiya de la Porra o Corral del Encebrico.  Descendemos más bruscamente para dirigirnos hacia la carretera mencionada anteriormente, dónde llegaremos en unos 400 metros. La seguimos a mano izquierda durante unos 700 metros.

La abandonamos por la derecha, para cruzar el río Endrinales y pasar junto a una balsa de agua para uso de los bomberos forestales. La senda asciende, con el Castillico a la derecha, unos setecientos cincuenta metros. Llegamos a una pista forestal que seguimos hacia la derecha. Siguiendo la pista, en un kilómetro, pasamos junto a la fuente del Francés, a la izquierda, junto al camino. Seguimos ascendiendo por la pista unos 750 metros. La abandonamos (y el PR AB-35) por la izquierda, para ascender al Alto de Peralta, al que habremos llegado en poco más de medio kilómetro.

Llevamos recorridos 9.300 metros y nos hallamos en la cuerda de los Gallineros. Estamos a 1.604 metros de altura y las vistas son impresionantes: Peñalta, Las Mesas, la Vegallera y los Chóvales, el calar de la Osera, la cuerda de las Almenaras, etc… Es un disfrute. El límite de término entre Molinicos y Paterna del Madera se sitúa en la cuerda que vamos a seguir en dirección noreste durante cuatro kilómetros. La bajada del Alto de Peralta la hacemos campo a través, pero enseguida, encontramos una senda clara que sigue por la cresta y que tomamos.

Cresteamos descendiendo suavemente, bordeamos el Alto de la Casa por la derecha y llegamos a la Hoya de la Teresa (a la derecha una pista forestal se sitúa casi a nuestra altura). Desde este punto seguiremos el trazado del PR AB-25 “Paterna del Madera a Vegallera” hasta el Batán del Puerto. El descenso es ahora más brusco. En poco más de kilómetro y medio llegamos a los chalets de la Sierra del Agua. Pasamos entre ellos, para descender, por una pista de saca con el río Endrinales a nuestra izquierda, en algo más de un kilómetro, al Batán del Puerto.

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Alto de Peralta

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Calar de la Osera y Gallineros

Calar de la Osera y Gallineros

Distancia: 16,91 Km \\\ Ascenso acumulado: 778 m \\\ Descenso acumulado: 778 m \\\ Cota mínima/máxima: 1297 / 1623

 

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Descripción del recorrido

Desde el Encebrico se inicia esta vuelta en dirección oeste, dejando a nuestra izquierda el camino que va a la Cañada del Provencio (PR AB-24 de la Red de Senderos Verdenace), buscando lo alto del calar de la Osera. La ascensión es suave. Una vez arriba, caminamos entre las rocas sueltas típicas de los calares, arbustos, espinos sueltos, algún pino aislado. Antes de llegar a la cueva, nos encontramos con una depresión en forma de olla. Para llegar a la cueva hay que dar un rodeo para evitar las bajadas y subidas. La Cueva de la Osera está bien señalizada, con un cartel indicativo y marcas de pintura, pues hasta aquí sube el PR AB-29 “De la Juanfría a Río Madera” y la etapa 3 del GR Los Tres Calares. Hemos recorrido poco más de kilómetro y medio.

Siguiendo en dirección oeste-suroeste, cresteamos las alturas del calar (hasta 1.631 metros) y llegamos en poco más de un kilómetro a la Piedra del Penas, en recuerdo de Joaquín Muñoz Pozo, “El Penas”, pastor, poeta y amante de Paterna del Madera y de sus montes, que contienen unos versos suyos que rezan: “Con esto no pido el sol,/ tampoco la vida entera,/sólo que me entierren quiero/ donde vi la luz primera”. Es un homenaje que la Asociación de Amigos de Paterna del Madera realizó a este buen hombre, que nos guió en los primeros pasos de la construcción de la Red de Senderos Verdenace. Aquí se puso este recuerdo pues él decía que estando en estas alturas, no le importaría morirse.

Desde la piedra del Penas, descendemos por la cresta del calar, para llegar en unos 800 metros al refugio de la Lagunilla, uno de los seis refugios de la Red de Senderos Verdenace. Desde el refugio, giramos en dirección sur para seguir el sendero PR AB-23 “Paterna del Madera a Riópar”. En medio kilómetro llegamos al Toril de la Lagunilla; en la parte baja de este atractivo paraje con una singular piedra, se cruza un riachuelo.

En ciento cincuenta metros cruzamos el arroyo de las Espineras, dejándolo a nuestra derecha. Caminaremos en paralelo al arroyo casi dos kilómetros, cuando éste vierte sus aguas al río Endrinales. Pero antes, pasaremos por la aldea de Las Espineras del León, situadas a mil doscientos metros del Toril de la Lagunilla. Desde la aldea, seguimos la pista forestal unos setecientos metros hasta llegar a la carretera provincial AB-415, que seguiremos hacia la derecha unos doscientos cincuenta metros.

Abandonamos la carretera por una senda que surge a la izquierda para subir la cuesta de las Carboneras. En unos cien metros llegamos a la carretera, para abandonarla nuevamente por la izquierda y seguir ascendiendo otros cuatrocientos metros hasta llegar al carril que viene del puerto de las Crucetillas. Seguiremos al carril por la izquierda durante unos 700 metros, hasta llegar al Cortijo del Manojal, siguiendo el trazado del PR AB-35 “De las Crucetillas al Encebrico”. En el carril que se dirige al Manojal, una puerta corta el acceso a esta finca a los vehículos.

Desde el Cortijo del Manojal, tenemos unas buenas vistas de los Gallineros. Hacia ellos nos dirigimos, para llegar al pequeño, situado a la derecha, en unos setecientos metros. Subimos a él y disfrutamos de unas impresionantes vistas del valle de Riópar. Cresteamos, dejando las rocas a nuestra derecha. En menos de un kilómetro llegamos al Monte del Gallinero (1.538 metros), al que se puede subir con facilidad pasado éste.

Seguimos cresteando durante más de kilómetro y medio para subir al Alto del Gallinero (1.629 metros), donde disfrutamos de unas impresionantes vistas. Seguimos por la cuerda, dejándola a veces, para llegar en poco más de un kilómetro al Collado del Judío, donde se sitúa el Pino Gordo del Toril. Antes de llegar, encontramos una senda, señalizada con montículos de piedras, junto a los mojones de delimitación de término municipal. El Pino Gordo del Toril es un  hermoso ejemplar botánico de impresionantes dimensiones situado en un paradisíaco paraje en lo alto de la cuerda de los Gallineros, resguardado por las peñas del Pico del Tormo.

Desde el Pino Gordo del Toril, regresaremos al Encebrico siguiendo el trazado del PR AB-24 “Paterna del Madera a Cañada del Provencio”, bajando por una senda deliciosa durante unos ochocientos metros para llegar a una pista forestal, que seguimos hacia la izquierda casi medio kilómetro, para llegar a La Pequera, lugar en que la abandonamos por una senda que surge a la derecha. En un kilómetro de descenso llegaremos al Toril, con los restos de un aprisco. Cruzamos el río Endrinales y seguimos la carretera provincial AB-415 durante unos doscientos metros. Abandonamos la carretera por una senda que sale a su izquierda y que va ascendiendo durante unos mil ochocientos metros, hasta llegar al punto de partida: la aldea del Encebrico.

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Pino Cano y Cuerda de la Atalaya

Pino Cano y Cuerda de la Atalaya

Distancia: 15,58 Km \\\ Ascenso acumulado: 676 m \\\ Descenso acumulado: 676 m \\\ Cota mínima/máxima: 1133 / 1567

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Descripción del recorrido

Se inicia esta vuelta en la Plaza Mayor. Durante casi cuatro kilómetros y medio seguiremos el trazado del PR AB-37 “Por la Sierra de Pino Cano”. Subimos en dirección norte hacia la carretera y, dejando la Casa Cultural a la derecha, seguimos subiendo por la escalonada calle Manuel Sánchez Roldán hasta llegar a la calle San Cristóbal, que seguimos hacia la derecha. En poco más de cien metros, giramos hacia la izquierda ascendiendo suavemente para abandonar el pueblo por la pista asfaltada que se dirige al Cementerio, donde llegaremos en poco más de un kilómetro. Unos ciento cincuenta metros antes, por la derecha baja una pista que obviaremos (es el camino que se dirige hacia Alcaraz).

En algo más de cien metros, del carril baja una senda que no seguimos. Lo que si haremos cien metros más adelante, abandonando la pista por una senda que surge por la derecha. Es una senda deliciosa alfombrada de la juma de los pinos. En cuatrocientos cincuenta metros pasamos junto a la abandonada era del hermano Ricardo. Poco más adelante pasamos sobre una acequia y seguimos en paralelo a ella, que queda a la izquierda. Abajo podemos observar unos magníficos huertos. Siguiendo la senda cruzaremos en algo más de 250 metros el río de las Acequias. Poco antes, si hubiésemos seguido junto a la acequia, llegaríamos al Goterón, atractivo nacimiento de agua.

En algo más de cien metros desde el río, llegamos a una pisa forestal que seguimos hacia la izquierda, para abandonarla cien metros después, por una senda que, a la derecha, asciende bruscamente. Llegaremos al Aprisco (antiguamente Corral de Toribio) en unos 350 metros. Cruzamos el carril que llega al Aprisco, a unos 15 metros del corral, que queda a nuestra derecha.  Junto al corral podemos observar una explanada, una barbacoa y unos bancos. Es preciso aclarar que durante las fiestas de agosto, es tradición venir temprano para almorzar y acompañar a los novillos, junto a los gañanes y caballos, hasta Paterna, donde corren el encierro.

En unos 650 metros, a la derecha la fuente de la Tubiya de Ramanet. En unos 350 metros, de frente tenemos un collado (si siguiéramos rectos descenderíamos). Seguimos por la senda, a la derecha del collado. En poco más de seiscientos metros llegamos a la horquilla del Cerro de la Era, ya en la cuerda de la Sierra de Pino Cano. Zona de escasa vegetación. Abandonamos aquí el trazado del PR AB-37 y giramos a la izquierda, en dirección sur-suroeste, hacia el Nevacico.

El primer cerro que se sube no es el Nevacico; es el siguiente cerro, más alto, donde llegaremos en algo menos de ochocientos metros. Es un cerro pelado, con árboles aislados y algunos chaparros.  Al fondo, el Almenara. Seguimos por la cuerda unos 180 metros, cuando giramos a la derecha buscando la fuente del Nevacico, situada a unos cuatrocientos metros. Desde allí, subimos a otro cerro a unos 250 metros.  A los 120 metros, se cruza un camino, el de la Mina que viene desde la fuente del Roble, de la cañá la mina, hasta el prado.

Seguimos cresteando para llegar, en medio kilómetro, a otro pico. Descendemos para llegar a un carril en unos 250 metros, en el punto en el que también sigue el PR AB-22 “Paterna del Madera a Vianos”. Justo en el punto en el que este sendero baja a la Juansomera, cruzamos el carril y tomamos una senda que nos lleva a la era de Felipón. Camino cómodo y claro. Antes, en unos 650 metros llegamos al prado que tenían sembrado la buena gente “de la posá” (Chaparreta) y a unas trazas de dos ruedas que viene por la derecha. Las seguimos hacia la izquierda. Al llegar a lo más deprimido del prado, el camino gira a la derecha y se transforma, al acabar las tierras de labor, en un camino más claro (carril en mal estado) que muere en la pista forestal que va de Paterna a Tortas (PR AB 31), en ochocientos metros desde la Chaparreta.

Cruzamos la pista del PR AB-31 y llegamos a la Era de Felipón, desde donde ascendemos hacia el Cerro Torneros, al que llegamos en 400 metros. Para deleitarse las vistas impresionantes del Cortijo de Tortas y del Almenara. Desde el Cerro de los Torneros, seguimos una trocha clara, que se transforma en camino ancho y claro desde el collado previo al Lumbreras hasta el Collado Lumbreras, donde llegamos en unos tres kilómetros.

En 1.750 metros, llegamos a la Atalaya, señalada con una cruz y situada sobre el pueblo de Paterna del Madera. Disfrutamos unas maravillosas vistas del pueblo y del valle, de la Vera Cruz y del Bañadero, hasta el Mencal. Desde la cruz, volvemos sobre nuestros pasos unos cien metros para descender por la cara norte de la cuerda, buscar el Sendero del Calaire y regresar por él a Paterna del Madera. Atractiva y cómoda vuelta montañera.

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Pino Cano y Cuerda de la Atalaya

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Etapa 8 – Las Quebradas a Molinicos

Etapa 8 – Las Quebradas a Molinicos

Distancia: 20,85 Km \\\ Ascenso acumulado: 450 m \\\ Descenso acumulado: 645 m \\\ Cota mínima/máxima: 848 / 1391

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Descripción del recorrido

La etapa ocho se inicia en las Quebradas. De la carretera asfaltada que nos trajo en la etapa anterior desde Yeste, surge a mano izquierda una pista que hemos de seguir. A continuación, una fuente y una pequeña explanada junto a la casa situada a más altura del pueblo. Junto a ella sale, tras cruzar el barranco, a mano izquierda, el camino de ascenso al Balcón de Pilatos, que es una pista antigua, poco usada y casi invadida por la vegetación. A unos doscientos metros, la pista finaliza en una zona de juncos y a mano izquierda se inicia la senda. El arroyo queda a la derecha. Es preciso prestar atención, ya que está algo perdida.

Doscientos metros más adelante, la senda hace un giro a la derecha y cruza el barranco, dejándolo a la izquierda y separándose de él. Prestar atención, ya que es fácil confundirse siguiendo junto al barranco. A partir de este momento, la senda se ve más clara y es fácil de seguir. Cuando hemos ascendido algo menos de kilómetro y medio, llegamos al Balcón de Pilatos. Girándonos, atrás la vista es impresionante: las Quebradas abajo, un bosque inmenso, los picos se superponen unos a otros, se vislumbra a lo lejos el pantano de la Fuensanta, la ermita de San Bartolomé sobre Yeste, la bruma va difuminando las sierras más lejanas.

Una vez reposado y disfrutado en el Balcón de Pilatos, en la parte más baja del collado, encontramos un montón de piedras y desde allí surge una senda que desciende buscando el arroyo, que baja a nuestra derecha y que cruzaremos en dos ocasiones, situándonos a uno y otro lado del mismo. El camino es a veces pedregoso y de fuerte pendiente. Enseguida se convierte en un camino ancho. En unos 450 metros desde el Balcón de Pilatos, cruzamos sobre la pista el arroyo de La Celada. Poco antes por la izquierda, se une al nuestro otro camino. La pista se ha hecho muy cómoda.  A continuación, a la izquierda una valla y unos palés que parecen ser un cargadero de reses. 

A unos novecientos metros desde el cruce del arroyo de la Celada, el Cortijo de Segundo queda a la derecha. El trazado original del sendero, nos invita a dejar aquí la pista, cruzar el arroyo, llegar al cortijo y seguir por la pista que surge frente a él. Es una opción, pero si continuamos por la pista que llevamos, dejando el arroyo a nuestra derecha, en algo más de un kilómetro esta segunda opción se une con el trazado original. Queda al libre albedrío del caminante visitar o no el cortijo. Nosotros elegimos no molestar a sus habitantes.

En unos cien metros, encontramos una bifurcación: seguiremos por la derecha que desciende junto al arroyo, disfrutando del rumor de sus aguas. Es una pista muy cómoda, en continuo descenso, rodeada de frondosa vegetación y agradable sombra. En medio kilómetro, cruzamos el arroyo de la Celada, que queda a nuestra izquierda. En unos cuatrocientos metros, llegamos a una bifurcación: el de la izquierda nos llevaría a Mesones, seguimos el de la derecha, que asciende. En unos 150 metros llegamos al carril que viene del arroyo de la Celada (la opción del trazado original que mencionamos). Seguimos hacia la izquierda. Llevamos unos cuatro kilómetros recorridos.

La pista transcurre plácidamente por la ladera de la Sierra del Cujón, abajo a la izquierda se sitúa el valle del río Mundo, a cuyas aguas se vierten las del arroyo de la Celada, junto a la aldea de Mesones, de la que tenemos unas buenas vistas. El trazado original continuaba, al llevar unos diez kilómetros, por a la carretera CM-412, que seguimos hacia la derecha. Hemos de caminar por ella durante dos kilómetros y medio, cuando de ésta sale por la derecha la carretera A-10, que tomaremos. En medio kilómetro llegamos a un cruce de carreteras: seguimos por la derecha en dirección a El Pardal, donde recomendamos reposar en el bar de Mari.

Nosotros, a instancias de la Directora del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, vamos a abandonar –unos trescientos cincuenta metros antes de llegar a la carretera CM-412- la pista para ascender por una senda, semiperdida pero bien marcada, que surge a la derecha y que, tras ascender medio kilómetro nos lleva a la pista forestal que viene del Pico del Guijón. La seguiremos hacia la izquierda. En setecientos cincuenta metros, otra pista se une a la nuestra por la derecha. Un kilómetro más adelante, llegamos a una bifurcación, que seguiremos hacia la derecha. La de la izquierda asciende hacia una construcción. Trescientos metros más adelante, abandonamos la pista por una senda que surge a la derecha y que desciende hacia El Pardal, donde llegaremos en unos doscientos cincuenta metros.

Desde el mirador del Pardal, seguimos la carretera dirigiéndonos a la parte baja del pueblo. En algo más de doscientos metros desde la última casa, llegamos a una pista que tomamos hacia la izquierda, junto a una arqueta de riego. También ofrecemos la posibilidad de bajar menos rápidamente, entre los huertos. En este punto se unen las dos opciones. Enseguida cruzamos el arroyo de Zarzalejo o de Cañada de Morote. En algo más de cien metros, llegamos a una bifurcación junto a una balsa de riego. Seguimos por la derecha. En otros ochenta metros, abandonamos el carril en una curva que hace a la derecha. Seguimos un camino ancho, por la izquierda, junto a una arqueta de riego, por la que seguiría el trazado antiguo, junto a la acequia.

En cien metros abandonamos el camino ancho, por la izquierda para cruzar el arroyo de La Cuerda, tras bajar una fuerte pendiente. Encontramos una arqueta de riego a mano derecha. El camino está perdido, totalmente invadido por la vegetación. Llevamos la acequia a nuestra derecha. En unos ciento cuenta metros desde el arroyo, encontramos la Fuente del Boquerón. En cien metros, junto a unas rocas conocidas como las Tajoneras, la senda se aclara, aunque en algún punto se pierda invadida por las zarzas. Seiscientos cincuenta metros después de las Tajoneras, llegamos a la fuente de la Cañada de Morote. La aldea queda abajo.

Llevamos más de quince kilómetros y es muy agradable encontrar este paraje, con su fuente de tres caños para refrescarnos, una balsa, la vieja escuela y abajo la aldea abandonada. Llegamos a un carril asfaltado que seguimos a mano derecha, dejando la fuente a la izquierda. Un kilómetro más adelante, llegamos a la carretera A-9 y la seguimos hacia la derecha durante unos escasos cien metros. La abandonamos por una pista que surge a mano izquierda. La aldea de Las Hoyas queda a la derecha. La pista transita entre tierras de labor, monte y campos de almendros sucesivamente.

Caminamos por la pista unos dos kilómetros desde la carretera, hasta que la abandonamos por la izquierda, siguiendo un camino ancho, dejando dos pinos viejos a nuestra derecha. Cuando éste llega a un campo de almendros, en unos noventa metros, cruzamos el campo de almendros en lugar de seguir el camino que gira a la izquierda. Al acabar el campo de almendros, descendemos bruscamente. En unos doscientos metros no se ve senda alguna; hemos de seguir paralelos al barranco, descendiendo en su misma dirección sin bajar a él. Aparece entonces la senda y la seguimos durante unos 350 metros.

También podemos hacer una variante para evitar cruzar el campo de almendros y el monte hasta que aparece la senda: Seguimos por el camino que traíamos desde la carretera. En doscientos metros, del camino principal sale otro a la derecha, que obviamos. En algo más de doscientos metros lo abandonamos por la izquierda (si siguiéramos por él, llegaríamos a El Sitio, donde se sitúan las antenas sobre Molinicos). Nos dirigimos hacia el barranco zigzagueando y en medio kilómetro llegamos a la senda reconocible mencionada antes.

Entonces giramos hacia la izquierda para vadear el barranco del arroyo de los Vallejos, junto a una balsa de riego. Dejando el arroyo a nuestra derecha, seguimos la acequia descendiendo, aunque el trazado original estaba junto al arroyo. En doscientos cincuenta metros desde la balsa de riego, cruzamos el arroyo del Zarzalejo o de Cañada Morote y ascendemos hasta la carretera A-10, dejando la Serrería de Pedro, una casa vieja, a nuestra derecha. A continuación pasamos por un pequeño túnel escavado en la roca.

La carretera deja a la derecha un profundo barranco, el de Cuevas Negras. El barranco nace en las losas del Pardal, a 14 kilómetros de aquí, y es el que abastece de aguas perpetuas a Molinicos. En su cauce se instalaron diferentes industrias, tanto serrerías como molinos (éstas últimas le dieron el nombre al pueblo). Cuando hemos recorrido unos 450 metros por la carretera, abandonamos ésta junto a la primera casa del pueblo, por un camino antiguo de piedra, dirigiéndonos a la caseta de la telefónica, giramos hacia la izquierda y callejeamos hasta llegar a la plaza del ayuntamiento, donde damos por finalizada nuestra etapa.

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Etapa de enlace con el GR 66

Etapa de enlace con el GR 66

Distancia: 11,30 Km \\\ Ascenso acumulado: 455 m \\\ Descenso acumulado: 101 m \\\ Cota mínima/máxima: 1268 / 1607

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Descripción del recorrido

           Comienza la etapa de enlace con el GR 66 “Sendero de los Serranos” en una curva de la pista forestal que une Paterna del Madera con el Cortijo de Tortas (el PR AB-31 “Sendero del Calaire”), cuando ésta cruza el río de las Acequias, por donde llega la variante segunda de la primera etapa del GR 67 y la cruza procedente de la aldea de Juansomera. Comenzamos a caminar ascendiendo (casi toda la etapa es de ascenso). Durante unos seiscientos metros, el río de las Acequias baja paralelo al carril, a nuestra derecha, hasta que lo cruzamos sobre la pista, abandonándolo. En otros seiscientos metros, a la derecha, podemos observar las ruinas de la Juansomera, aldea deshabitada desde hace unos cuarenta años.

Continuamos ascendiendo durante un kilómetro y medio, hasta situarnos en el collado del Cerro de los Torneros, que queda a la izquierda, ya en la Cuerda de las Atalayas. A la izquierda podemos disfrutar de unas espléndidas vistas del Almenara. Seguimos por la pista, descendiendo y en otro kilómetro y medio, a la izquierda, encontramos una fuente. La abundancia de agua es otro más de los atractivos de esta etapa. En un kilómetro llegaremos a la carretera CM-3216, junto a un corral de ganado y una nueva construcción, en el paraje conocido como Venta de la Cabrilla. Seguimos la carretera hacia la derecha.

En medio kilómetro,  pasamos bajo el Cortijo de Tortas, atractivo caserío cuya visita recomendamos. En cien metros, abandonaremos la carretera por una pista forestal que surge a mano izquierda y que seguiremos, durante algo más de tres kilómetros y medio, hasta que ésta finalice en el Prao Redondo. En su inicio, unas casas se sitúan a la derecha de la pista.  

En algo menos de medio kilómetro pasamos junto a las ruinas del Cortijo Jeromo, arriba a la derecha. Junto a él han edificado casas rurales. Junto al camino, una fuente y a la izquierda, también encontramos casas de recreo, en las que pasar a una muy agradable temperatura los rigores del estío. Doscientos metros más adelante a la izquierda, abajo junto al río y casi escondida, la aldea de Las Hoyas del Pino.

En un kilómetro, llegamos al Cortijo del Quinquillero, situado a la derecha junto a la pista forestal. A la izquierda, junto al río de Las Hoyas, hay cercados para las reses bravas que ocasionalmente se traen aquí para las fiestas de los pueblos cercanos. En unos setecientos metros, cruzaremos un barranco que baja –por la derecha- de la Morra de la Cerca, en la Cuerda del Almenara. Por la izquierda baja el Barranco del Ciervo.

En algo más de un kilómetro llegamos al Prao Redondo en el que confluyen, además del barranco de las Hoyas que seguiremos, otros dos arroyos procedentes de la cuerda del Almenara y que bajan por nuestra derecha, por lo que hemos de cruzarlos. En el Prao Redondo encontramos la fuente del mismo nombre y el inicio de una senda deliciosa que asciende, dejando a su izquierda el río de las Hoyas, hasta la base del Almenara. No tiene pérdida alguna, pues coincide con parte del trazado del PR AB-32 “Sendero del Tejo Viejo”, de la Red de Senderos Verdenace y está muy bien señalizada.

Hasta llegar a la base del Almenara, son casi dos kilómetros de atractiva senda, que deja a su derecha la Cuerda de las Almenaras (el Collado del Mosquito y la Piedra del Grito), mientras que a su izquierda queda Cuerda Larga (el Puntal de Torca Raya,  los Altos del Pedregal y la Cocota del Barranco del Ciervo). La vegetación es abundante, de ella nos llama la atención los helechos, muy verdes en este agosto.

La etapa de enlace del GR 67 “Sendero del Mundo” con el GR 66 “Sendero de los Serranos” finaliza en la Fuente del Pino de los Muchachos, situada en la base del Almenara. La etapa 7 del GR 66 viene por la pista forestal que vemos de frente, procedente de Riópar, y por el norte, sin dejar la altura de nivel desde la fuente, se dirige hacia la Piedra del Grito, en dirección a El Escorial. 

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